Malditos Celos

"Celos de tus ojos cuando miras a otra chica, tengo celos, celos

celos de tus manos cuando abrazas a otra chica , tengo celos, celos

cuando te encuentras con alguien, cuando caminas con alguien,

cuando te sientes feliz yo tengo celos, celos" D.R.

Cuando Sandra me marcó a la oficina por cuarta vez para preguntarme que estaba haciendo su marido y asegurarse de que no estaba platicando con Yesenia-MamiRica la trabajadora social del cubículo de a un lado fue demasiado.

Sandra es de mis mejores compañeras del trabajo, nos apreciamos mutuamente y hasta cariño nos tenemos. Es de un carácter difícil (Ursula de La sirenita lo envidiaria), explosivo y con muchos defectos. La he sabido sobrellevar bien y aunque se da cuenta de que la mayoría de las veces le sigo la corriente para no hacerla molestar a ella le agrada y tal vez por eso es que nos llevamos tan bien

Uno de sus principales defectos es que es sumamente celosa con su esposo (y algunas veces con sus amigos) y para ser honestos no se porqué lo cela tanto si el tipo es mas feo que una canción de Wisin y Yandel interpretada por Jolette y Erasmo Catarino.

Para Freud existían tres tipos de celos: Normales, Proyectados y Delirantes. El creía que una persona que sentía celos infundados sobre alguien quien en teoría es de fidelidad intachable en realidad estaba proyectando sus propios deseos de ser infiel o infidelidades pasadas. El león cree que todos son de su condición pues para entender mejor.

Otras teorías psicológicas dicen que los celos son producto de: Una baja autoestima, dificultad para valorarse a si mismo y padres poco valorativos de las virtudes de sus hijos o muy exigentes y muy críticos.

No es mi intención analizar a Sandra ni mucho menos (Seria no valorar a quienes estudian 4 años o mas en una universidad dedicados formalmente a eso) sino exponer un caso viviente, latente, insufrible y asfixiante de celos que ya me esta afectando a mi, pues esta condenada no me ha dejado trabajar en los últimos días por sus insistentes llamadas y la misión no aceptada pero si impuesta por parte de ella para que vigile a su marido trogoldita.

Sandra cree que por tenerlo vigilado dia y noche su esposo no se portará mal, aunque seamos sinceros, cuando alguien se quiere portar mal siempre encuentra espacio y oportunidades y ni cuenta nos damos. El gran problema para ella es la edad pues al ser 8 años mayor que él se siente acomplejada por las muchachitas y jóvenes que trabajan con nosotros. Los celos le nublan el pensamiento al grado de acusar a cuanta mujer saluda su esposo de ser una wuilas, zorras, perdidas, mujeres de la vida galante y demás adjetivos calificativos (mas bien descalificativos). ya en un par de ocasiones ha armado un par de escenitas y yo mismo vi cuando hizo llorar a otra mas cuando la acusó de acostarse con su marido POR TELÉFONO.

Y es que en esa ocasión yo estaba desayunando con la afectada en el 5to piso del edificio donde trabajamos cuando la obsesión de Sandra la volvió loca -de nuevo- y averiguo la extensión telefónica en la que estábamos solo para reclamarle a Silvia el por que tenia su esposo su numero telefónico en la agenda "¿Desde cuando se acuestan?" le seguía preguntando "Conozco a tu mama y le diré todo lo que estas haciendo", "Como te has atrevido a hacerme esto a mi y a mis dos hijas que necesitan a su padre con ellas" "pero no te preocupes, me las pagaras pues te haré la vida de cuadritos en el trabajo" finalizó. Mi amiga termino llorando a moco tendido e inconsolable.

Ahora que su esposo esta trabajando temporalmente en mi departamento las llamadas de Sandra se me han vuelto insoportables pues temiendo que Héctor haga de las suyas con la trabajadora social que trabaja con nosotros, la inigualable e incomparable Yesenia-MamiRica cada media hora me habla para confirmar que no ha habido actividad alguna entre ellos dos. La verdad que las ultimas veces le contesto solo por inercia:

Sandra: ¿Que has visto?

Yo: Nada, todo igual

Sandra: ¿Él esta ahí?

Yo: Si, toda la mañana (Contesté sin darme cuenta que Hector había desaparecido de la oficina y sin saber desde a que hora y quien sabe donde ande)

Sandra: ¿Y la arrastrada de Yesenia?

Miro a mi alrededor buscándola y no doy con ella, tampoco está.

Yo: Si, aquí está, pero no te preocupes, tiene tanto trabajo que ni tiempo de platicar tiene la pobre

Sandra: Ok, los sigues vigilando, al rato te hablo

Yo: Si Sandrita, no te preocupes, aquí sigo al pendiente