agosto 03, 2010

Llanta ponchada

Y ahí estaba yo con la llanta reventada en el estacionamiento vació de mi trabajo bajo la lluvia a la media noche y sin repuesto. Digo, si había notado durante el día que el auto se iba de lado pero supuse que necesitaba ya alineación y balanceo ¿Quien se hubiera imaginado que era por que estaba ponchado?

Total que para cuando me di cuenta ya era muy tarde. De mecánica no se ni un cacahuate, a duras penas y me acuerdo que tengo que llevarlo a su cambio de aceite así que no me pidan mas. ¿Cambiar llantas? ¡Jamas! Pero siempre hay una primera vez.

Claro que lo primero que hice fue buscar a ese príncipe azul que aparece en las películas para ayudar a la damisela en apuros. Después de media de mensajes y llamadas telefónicas me di cuenta que nunca aparecería.

Pues total que me armé de valor y no me quedó de otra que sacar el gato y comenzar a quitar la llanta. Si, ya se que dije que no tenia repuesto a la mano pero aun asi tenia que sacarla ¿Para que? Pues para a primera hora del día siguiente llevarla a reparar, comprar una nueva o yo que se.

Mojado, sucio y sin auto pero con una llanta reventada llegué dos horas después a casa.


2 comentarios:

Eriol dijo...

Muuuuuy cierto!!

yo y mis amigays sufrimos algo parecido hace 3 semanas, uno de mis amigos se le poncho la llanta y nos llamo, para que regresaramos a ayudarle. En nuestra vida, ninguno habia cambiado una llanta, pero lo logramos y al final tomamos una foto, digna de cualquier taller mecanico:

3 Super Nenas (nosotr@s) llenas de grasa de auto, pero posando cual divas.

Saludos!

Gildardo dijo...

Yo me eché una llanta hace no mucho. Por tonto y nada mas que por eso. El coche tiene un dispositivo anti-tarugos que me avisó que una llanta estaba baja. Pero no tiene un dispositivo anti-p***jos que se empecinan a que el sensor de presión pudiera no estar bien.
Como rodé la llanta asi, se le hizo un chichón enorme que yo nada más estaba esperando tronara en cualquier momento. Llegué a casa de milagro y ahi me puse a quitarla para poner la de refacción (que parece de juguete). Encontrar la llanta que quedara con las otras tres al día siguiente fue una pesadilla y otra cuando me enteré lo que costaba. Pero pues ya que podía hacer, no? En resumen, yo si se quitar y poner llantas, para cuando se te ofrezca otra ocasión, ja ja... saludos