octubre 28, 2009

Escena Final

PRIMER ACTO

¡No way! ¡De ninguna manera! Fue lo primero que dije al recibir la invitación para participar en la pastorela que pretendían hacer en el trabajo hace dos años para la convivencia de navidad. Digo, no es que no haya soñado alguna vez con el estrellato y ver mi nombre en la marquesina pero definitivamente estaba convencido que ser un animalito mas en el portal de Belen no era la forma de comenzar mi camino al Oscar ¡Vamos! ni siquiera el camino para llegar al Ariel o Diosas de plata.

A decir verdad yo seré muy bueno para elucubrar intrigas y el drama tipo Felicity, Dinastia o ya mas región 4 pues cualquiera de Valentin Pimstein pero para actuarlas pues confieso que no es muy lo mio. Una cosa es fingir cuando estas con alguien que te gusta y otra muy diferente actuar un personaje.

SEGUNDO ACTO

Cuando en bachillerato en clase de teatro nos tocó escribir y actuar nuestra propia obra inmediatamente me ofrecí para ser yo el escritor del equipo. Como dije hace rato para el drama ¡Me pinto solo! y me di vuelo a la hilacha con esa historia llena de maldades y un eterno penar para la protagonista.

Aun así no me salvé de actuar en aquella gran presentación estelar (por mas que traté de convencer a la maestra que con haber escrito tan apasionante drama tenia que excentarme) y si no me podía salvar de actuar por lo menos tendría la satisfacción de tener el mejor personaje: El villano. ¡Claro! Los villanos son los que mas se divierten, los que mas presencia tienen, los que hacen sus fechorías y se salen con la suya. Ademas de que no podía perder la oportunidad de derramar una jarra de agua encima a la bella e insoportable protagonista (Quien días antes me había delatado con el profesor de química de haberme copiado de su examen).

No me habré ganado ni un premio esa vez pero ! Como lo disfruté ! y creo que el público también. Y hasta el momento esa ha sido mi unica experiencia de actuación -sobre un escenario- aunque siento que a veces vivo dentro de un musical mal producido de Broadway donde solo yo me se la coreografía y en un eterno esprar por el final feliz.

TERCER ACTO

Al final decidí no participar en la pastorela pues los mejores papeles ya estaban tomados y ser un borreguito o pastor mas del bulto tampoco es lo mio. Este año con el afán de divertirme y molestar a la presunta directora de escena (la gorda del segundo piso que tan mal me cae) he decidido ofrecerme a participar. Ademas el color rojo diablo me sienta muy bien.

EPILOGO

Y creo que esta canción con la que me despertó mi teléfono hoy viene muy ad hoc



2 comentarios:

Unknown dijo...

me pasa igual, puedo hecharme unos chooooros bueniiiiisimos, pero yo sufro de panico escenico, jajajaja, asi :P

Eriol dijo...

Mi viiiida!! y publicaras las fotos, verdad?

Weno, el proximo año pides ser la virgen... hahahah