-¡Jefa! ¡Jefa! Me he quedado atrapada en el elevador.... PERO JEFA RECUERDE QUE SOY CLAUSTROFOBICA...... Si, hable ya por favor a mantenimiento... y dígale a Vanesa que se ponga al pendiente de mis pacientes... imagínese que se me muera uno y yo aquí atrapada.
Lety, la enfermera a la que no le para la boca por más de 30 segundos, fue la primera en comenzar el alboroto. Golpeaba la puerta del ascensor al tiempo que con la otra mano hablaba desde su celular a la supervisora de enfermeras.
No puedo evitar reír inconscientemente, es la clásica comadrita -así le dice ella a todo mundo- que después de un rato te llega a desesperar.
Éramos 5 en total: una enfermera, un doctor, una chica de finanzas, un camillero y yo. Y así los 5 cuando llegamos al segundo piso nos quedamos atrapados.
Chucho el camillero esta a mi parecer enfermo de no sexo, así es, enfermo de NO SEXO porque si tuviera seguido relaciones sexuales no tuviera esos serios problemas con su libido y sus extrañas perversiones que divulga a cual más y que ciertamente me tienen harto. Sus pláticas siempre son las mismas, es un disco rayado. El 80% de sus pláticas son de sexo, el 20% restante son pláticas sobre el sexo con su novia. Científicamente probado.
Se acerca Chucho a mi oído y susurra para que no escuche nadie más:
- Imagínate que me hubiera quedado con la doctorcita de trauma, está bien mami, yo si le pongo unas cuantas $%/$# y le chupo su "#%$#&.
La mirada que le di lo dijo todo. Chucho como pudo se alejo al otro extremo del elevador y más le valía quedarse ahí pues mi paciencia se estaba agotando
El doctor Felipe por su parte muy sereno, demasiado para mi gusto. El llegó al hospital hace dos años más o menos cuando aún era residente de medicina interna. Aun tenemos una cena pendiente y una salida a la playa. Siempre me invita y por alguna extraña razón siempre me cancela a la mera hora.
"¿Que se piensa Felipe? la verdad que llegué a la conclusión de que es un torero de salón, charlatán, solo me encandila y no veo claro" pensaba cuando alguien interrumpe mis profundas e intrépidas teorías.
- Jon, ¿Crees que este fin de semana haya buen clima?- Ya se estaba tardando el doctorcito, ahí va de nuevo, me invitara y luego- Al rato paso a la oficina por unos resultados y aprovecho a comentarte algo.
Alejandra inmediatamente volteó a verme con una sonrisa fingida y se dio cuenta del roce de la mano del doctor en mi trasero. Esto seguramente le dará la vuelta al hospital, es muy de esa –y de las otras también- perra metiche pero ya ni lamentarme es bueno.
Así empezó mi peregrinar de una hora que terminó cuando Lety se acurruco en el suelo y comenzó a llorar mientras se hiperventilaba, chucho le tomaba fotos con su cámara, el doctor Felipe la tranquilizaba y Alejandra me preguntaba “¿ya te lo echaste verdad?”. Y cuando estaba a punto de revirarle la cara con el expediente clínico que traía en mis manos se abrió la puerta. Justo a tiempo.
Hoy es el día...
Hace 4 años