diciembre 01, 2009

Buscando sexo desenfrenado

-Ernesto, hoy es tu día de suerte - fue lo primero que dije cuando me respondió la llamada telefónica. Y en efecto pues Ernesto después de meses intentando convencerme de tener una loca y apasionada noche de sexo desenfrenado con él por fin ayer yo tenia el animo o mas bien estaba tan desanimado que decidí aceptar su insistente invitación.

Ahogar en un par de horas de buen sexo mis penas era mejor opción que ahogarlas en alcohol. En primera por que a esta edad las crudas y resacas tanto físicas como morales son mas intensas pero sobre todo por que al día siguiente entraba a trabajar muy temprano y para mi no hay nada peor que ir a trabajar crudo o peor aun borracho (por experiencia lo digo obviamente).

Confieso que es verdad lo que alguna postearon sobre mi en una red social, soy un poco mojigato aun y aunque parezca lo contrario no soy tan fácil como parece y ciertos pensamiento moralinos y provincianos aun vagan por mi mente cuando de sexo sin cariño se trata. Y ahí estaba yo dubitativo cuando decidí de pronto e impulsivamente cancelar la cita.

Pero la fuerza de voluntad no duro mucho y cedió después de que él endulzara mis oídos con unos cuantos halagos. Mi ego subió y eso era justamente lo que deseaba sentir. -Pasa por mi en 20 minutos- terminé aceptando de nuevo.

Y ahí estaba ya en su casa con los preservativos listos y a la mano y sobre todo preparado mental y físicamente para lo que se avecinaba. Al final de cuentas yo lo deseaba sin importar que el motivo fuera el correcto o no ahí estaba yo buscando sexo. Por eso tomé la iniciativa y control de la situación.

Lo disfrute... mientras duró... duro.... 5 minutos, no mas. Ernesto se apagó, sin razón aparente. No me iba yo a quedar de brazos cruzados e inmediatamente hice uso de mis mejores trucos aprendidos en la cosmo desde luego pero nada funcionó. Y ahi seguía yo frustrado, sentado en la cama preguntándome si acaso era yo el problema mientras lo miraba con cierto desdén.

Disculpas eran lo único que salían de su boca, pero no eran disculpas lo que quería pues había ido ahí por otra cosa, había ido por placer, por diversión pero sobre todo por un poco del ego y autoestima perdido en batallas anteriores. Y nada de eso conseguí.

¿Que salió mal? me pregunté en silencio en el auto rumbo a casa. Aunque él no escucho mis pensamientos me respondió sin querer "lo siento, me dominaste y eso me puso nervioso, yo soy quien toma la iniciativa" Hasta el momento no se como clasificar eso: ¿Es un halago tal vez?

¡Vaya! y yo que tontamente creía que tomar la iniciativa me daba puntos extras. Me animó saber que no era el único al que le había pasado, al parecer hay ciertos hombres que el tomar el control es mas importante que dejarse llevar a tal punto de bloquearse y no dar para mas. ¡Que estupidez!

Al final solo obtuve 3 preservativos echados a perder y 2 horas desperdiciadas que pude haber aprovechado durmiendo y soñando con un príncipe azul.. o de cualquier color (en estos tiempos ya no me puedo poner muy exigente tampoco) que me rescatará de esta absurda situación.

También obtuve una lección que aun no logro descifrar aunque Brenda insiste en asegurar que es "el nunca buscar sexo por las razones equivocadas, cualquiera que estas sean". No acepto del todo esa teoría pero mientras encuentro la moraleja de esta fábula pondré como es mi costumbre desde hace 7 años en la primer semana de diciembre mi película "Love Actually". Estoy tan cansado que seguramente me quedaré dormido mientras canto entre sueños All I want for christmas is you...


2 comentarios:

3dson dijo...

ke t puedo decir sobre tu experiencia ...

pero la pelicula me gusto mucho...

jejje

Eriol dijo...

Nee... yo ya he decidido convertirme en una Self-Rescue Princess y que los hombres se vayan por donde vinieron...