junio 18, 2009

Atrapados en el ascensor

-¡Jefa! ¡Jefa! Me he quedado atrapada en el elevador.... PERO JEFA RECUERDE QUE SOY CLAUSTROFOBICA...... Si, hable ya por favor a mantenimiento... y dígale a Vanesa que se ponga al pendiente de mis pacientes... imagínese que se me muera uno y yo aquí atrapada.

Lety, la enfermera a la que no le para la boca por más de 30 segundos, fue la primera en comenzar el alboroto. Golpeaba la puerta del ascensor al tiempo que con la otra mano hablaba desde su celular a la supervisora de enfermeras.

No puedo evitar reír inconscientemente, es la clásica comadrita -así le dice ella a todo mundo- que después de un rato te llega a desesperar.

Éramos 5 en total: una enfermera, un doctor, una chica de finanzas, un camillero y yo. Y así los 5 cuando llegamos al segundo piso nos quedamos atrapados.

Chucho el camillero esta a mi parecer enfermo de no sexo, así es, enfermo de NO SEXO porque si tuviera seguido relaciones sexuales no tuviera esos serios problemas con su libido y sus extrañas perversiones que divulga a cual más y que ciertamente me tienen harto. Sus pláticas siempre son las mismas, es un disco rayado. El 80% de sus pláticas son de sexo, el 20% restante son pláticas sobre el sexo con su novia. Científicamente probado.

Se acerca Chucho a mi oído y susurra para que no escuche nadie más:

- Imagínate que me hubiera quedado con la doctorcita de trauma, está bien mami, yo si le pongo unas cuantas $%/$# y le chupo su "#%$#&.

La mirada que le di lo dijo todo. Chucho como pudo se alejo al otro extremo del elevador y más le valía quedarse ahí pues mi paciencia se estaba agotando
El doctor Felipe por su parte muy sereno, demasiado para mi gusto. El llegó al hospital hace dos años más o menos cuando aún era residente de medicina interna. Aun tenemos una cena pendiente y una salida a la playa. Siempre me invita y por alguna extraña razón siempre me cancela a la mera hora.

"¿Que se piensa Felipe? la verdad que llegué a la conclusión de que es un torero de salón, charlatán, solo me encandila y no veo claro" pensaba cuando alguien interrumpe mis profundas e intrépidas teorías.

- Jon, ¿Crees que este fin de semana haya buen clima?- Ya se estaba tardando el doctorcito, ahí va de nuevo, me invitara y luego- Al rato paso a la oficina por unos resultados y aprovecho a comentarte algo.

Alejandra inmediatamente volteó a verme con una sonrisa fingida y se dio cuenta del roce de la mano del doctor en mi trasero. Esto seguramente le dará la vuelta al hospital, es muy de esa –y de las otras también- perra metiche pero ya ni lamentarme es bueno.

Así empezó mi peregrinar de una hora que terminó cuando Lety se acurruco en el suelo y comenzó a llorar mientras se hiperventilaba, chucho le tomaba fotos con su cámara, el doctor Felipe la tranquilizaba y Alejandra me preguntaba “¿ya te lo echaste verdad?”. Y cuando estaba a punto de revirarle la cara con el expediente clínico que traía en mis manos se abrió la puerta. Justo a tiempo.

junio 07, 2009

Cuando el sistema te absorbe

oViernes 5 de Junio 3:00 am

Estoy completamente bloqueado, tengo 4 días tratando de escribir algo y cada que empiezo una nueva linea al poner punto y aparte me arrepiento, la borro al darme cuenta de que no me gustó el resultado. Afortunadamente ya quedaron atrás los tiempos de las maquinas de escribir, si no ya hubiera gastado varios cientos de hojas en mis intentos por hacer una nueva entrada.

No es que no tenga ideas, tal vez tenga demasiadas, solo que no logro desarrollarlas ni expresarlas de la manera que quiero, que necesito o a decir verdad me ha llegado a dar flojera desarrollarlas. La flojera y apatía de lo cotidiano y rutinario del trabajo me han atrapado con sus garras mortíferas para convertirme un un zombie burócrata mas.

Tal parece que el sistema me absorbió y me acabo de dar cuenta. Me he convertido en un burócrata mas que trabaja para el gobierno pendiente solo de sus días de pago y los días festivos y no me agrada nada. Me veo al espejo y aunque físicamente debo admitir que me agrada lo que veo (las clases de salsa y las citas con la gordologa han funcionado 1000%) se que me estoy volviendo justo el tipo de personaje que siempre había criticado en el trabajo.

¡Digo! tampoco es que me haya vuelto el monstruoso-apático-mal encarado- de la ventanilla de informes que maltrata a todo los pacientes y familiares pero si he caído en la inercia. Estas dos últimas semanas no he disfrutado el ir a trabajar día con día (a excepción del día en que abusé de mi poder y autoridad pero esa es otra historia) y creo que mis compañeros se han dado cuenta (ayer me preguntaron 3 veces por que tenia el entrecejo fruncido).

"No eres el mismo, siempre saltando de un lado a otro y de pronto ni hablas a la hora de la comida" me dijo una amiga a la que respondí que estaba tal y como todos los días. Pero es ahora mientras escribo estas lineas y veo en retrospectiva que efectivamente mis ánimos se han mermado aunque no lo suficiente como para no enderezar el camino.

Domingo 7 de Junio 5:00 pm

¡Vaya! he vuelto a saltar de un lado a otro y no quiero echarle las culpa a la botella del Cabernet Sauvignon que tomamos en la piscina mis amigas y yo pero en algo ha de haber ayudado. Final de fin de semana y con pilas cargadas para iniciar una jornada laboral mas mañana. Después de mil meditaciones y especulaciones llegamos a la conclusión de cual era la receta para este hastío laboral comunitario y es que al expresar mis sentimientos en la oficina descubrí que no era el único así que con un par de botellas de vino decidimos pasar un día de sol, piscina y descanso en el club. El alcohol ayudó al desfogue de sentimientos, el nado a sacudir el estres y el chisme que echamos del nuevo romance prohibido en el departamento de finanzas pues ... ese solo fue solo por puro gusto.

junio 01, 2009

Siempre hay una primera vez

La caída fue estrepitosa, ruidosa y me atrevería a decir que barroca, mucho preámbulo, garigoleo y al final ¡Pum! En el suelo había quedado el contador Arias al pie de las escaleras de caracol que conducen al segundo piso de recursos humanos. Se rumorea que no aguantó el estres otros dicen que fue a causa de los tamales de Dominga que diario desayunaba, él era de los pocos que aun le compraba a esa señora que cada vez cocinaba mas agrio, grasoso y sobre todo mas caro.

El silencio que vino después de un pequeño grito apagado de los presentes duró apenas un par de minutos, suficientes para aumentar el ambiente de tensión hasta que de pronto los camilleros corriendo junto a dos doctores de urgencias nos regresaban repentinamente a la realidad. El jefe de recursos humanos que momentos antes había caído por un ataque y rodado por las escaleras ahora era transportado en la camilla a toda prisa rumbo a urgencias.

Después de eso el resto del día los chismes de pasillo giraron en torno al incidente y muchos oportunamente sacaron a relucir su miedo a la muerte, a lo desconocido y las anécdotas al respecto no se hicieron esperar.

Recuerdo cuando mi abuelo intentaba enseñarme a nadar mientras yo huía del agua temeroso a ahogarme hasta que un fin de semana familiar mientras estábamos en una laguna, que aun veo fielmente en mi memoria como un paraíso, el abuelo me tomó en brazos y a pesar de mi llanto me llevo con el al agua metros adentro en profundo. Gritaba a todo pulmón que mi abuelo intentaba ahogarme, matarme, lloriqueaba hasta que me canse y no me quedó mas que hacerle caso y comenzar a flotar. Hoy no hay nada que disfrute mas que nadar en el mar.

Podría comparar eso con el miedo a la "primera vez" que sentí. Era miedo a lo desconocido. Temor a no cumplir con las expectativas . El deseo de disfrutar la experiencia que se convertía en nerviosismo que no dejaba deleitarse con la carne. Después de esa primera vez y hasta la fecha todo es gozo, ya no hay temor y si mucho placer y a decir verdad a bocanadas.

Hasta hace poco al igual que algunos de mis compañeros de trabajo le huía al tema de la muerte y lo relacionado con ella. Tenia un veto personal hacia panteones, velorios, tumbas y demás aunque fueran de familiares cercanos. ¿Que debo decir cuando este frente al deudo?- me preguntaba siempre en esas ocasiones - ¿Y si la riego?. Finalmente decidía quedarme en casa y encender el modo "autoproteccion"

Hoy todo es diferente y como siempre todo fue después de la primera vez. No es que haya muerto y resucitado como Lazaro o algo por el estilo, mas bien por que ya viví y convivi con mi padre. Tras la muerte de mi padre lo que parecía algo muy lejano a mi persona y que a la fuerza tuve que experimentar, ver, tocar se convirtió en algo cercano y sobre todo natural, comprendí que no hay que temer. Mi visión sobre el tema cambio y dejo de ser un tabú para mi el visitar un panteón, el abrazar de corazón a quien recién ha perdido a alguien sin el temor de no saber que decir. No hay que decir nada, no sirve, solo abrazar fuerte.

Creo que lo mismo pasará cuando toque por primera vez a una víbora igual que pasó la primera vez que volé o la primera vez que salté en paracaídas. Después de ese primer trago amargo terminas por disfrutarlo el resto de tus días. No mal entiendan, no disfrutaré nunca de ver morir a alguien pero si aprendí a disfrutar de mis amigos, hermanas, compañeros como si hoy al acostarme supiera que ya no los volvería a ver, si, por mas trillado que suene.